El delito de nacer fuera de lugar Hizo del m¡s fuerte un dios, cruel embaucador Y si su cuna no es de rango Aprender¡ como sufre con todo su dolor
Despreciando hostilidad, quieren conseguir De sus cuerpos desterrar toda rebeliãn Pero no pueden con su espritu Convertir¡n la eternidad en juego de un mortal
ngel de barro Escucha al viento De su sonido llegara el infierno
ngel de barro Observa al tiempo Del dios eterno surgir¡ el lamento
El desprecio de ignorar la realidad Son mil formas de engaáar sin pensar en m¡s Y no mirar ya nunca al cielo Esperando el mana que nunca llegara
Aterrado por vivir nubla la obsesiãn Haciendo su ser terror para subsistir Y aunque el deseo viaje en suerte La sed de paz anunciara el camino a seguir
ngel de barro...
En el ansia de llegar, siempre hasta el poder Aplastado el ideal nada que temer Puede que el hombre un da cambie Romper¡ la voluntad y se har¡ valer